Por Claudia Meneses
Elegida como la bodega del año 2022 por la Guía Descorchados, Viña Morandé es «determinante en la historia reciente del vino chileno», según Patricio Tapia, organizador de la publicación. La bodega mantiene el espíritu aventurero y disruptivo que su fundador, el enólogo Pablo Morandé, imprimió desde el principio, y es una de las bodegas más dinámicas de Chile desde la década de 1990. Según la evaluación de Tapia, sus vinos revelan tanto la diversidad de los terroirs chilenos como la riqueza de las uvas.
Morandé es reconocida por innovaciones como la elaboración de vinos con variedades mediterráneas como Cinsault, Carignan y Garnacha; el uso de huevos de concreto; y la producción del primer vino cosecha tardía en Chile. La bodega también utiliza el cultivo de alta densidad con el propósito de mantener las vides más pequeñas. Las plantas acaban teniendo pocos racimos, y las uvas presentan una mayor concentración de aromas, sabores y compuestos fenólicos. Hay más de 10 mil plantas por hectárea, con una producción de un kilogramo de uvas por vid.
El Descorchados también destacó el clásico House of Morandé 2019 (R$699), que obtuvo 98 puntos en la guía, siendo elegido como el mejor tinto de Chile, además de ganar los premios al mejor blend tinto y mejor vino del Maipo Andes. Este vino es un corte de Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc y Carignan, proveniente de viñedos en la zona de San Bernardo, en Maipo Alto. Según Tapia, el trabajo del enólogo jefe de la bodega, Ricardo Baettig, y su equipo se dirige hacia vinos más equilibrados y frescos, sin sacrificar la profundidad y la complejidad.
Tapia también destacó la colección Morandé Adventure, que describe como «un viaje de sabores similar a la sensación de una montaña rusa». Esta línea llegó al Brasil en la segunda mitad del año, con la propuesta de combinar la innovación con la historia chilena. Fue creada en 2012 y lleva la firma de cuatro enólogos del grupo, con total libertad para atreverse y producir vinos únicos.
Los nombres detrás de la línea son Daniela Salinas, Ricardo Baettig, Cristián Carrasco y Jorge Martínez.
Vigno 2018 – Elaborado con Carignan (87%) y Syrah (13%), con uvas de viñedos con más de 65 años en el Valle del Maule. El objetivo de este vino es mostrar la excelencia de la Carignan y su capacidad para armonizar con otras variedades del Mediterráneo, como la Syrah. Las uvas se cosecharon a mano y se realizó una selección de racimos y bayas antes de comenzar una maceración en frío previa a la fermentación durante 3 a 5 días. La fermentación fue seguida por otra maceración. El vino estuvo en contacto con las pieles durante más de 30 días. Luego, envejeció durante 24 meses en foudre de roble francés sin tostar y una parte en barricas francesas de tercer uso. Presenta un color rojo púrpura intenso. Los aromas son de cerezas frescas y ciruelas negras, con notas de violeta, café y chocolate negro. Marida bien con estofados de caza, platos picantes, steak tartare, tutu de frijoles y cordero asado. Tiene un potencial de guarda de más de 10 años.
Mediterráneo 2018 – Se trata de un corte de uvas mediterráneas blancas y tintas, como Grenache, Syrah, Carignan, Marsanne y Roussane, con la firma de Ricardo Baettig. Los viñedos se encuentran en el Valle del Maule. Las uvas se cosechan manualmente. Se realiza una maceración en frío antes de la fermentación y luego el vino se mantiene en contacto con las pieles durante casi 30 días. Tiene un color rubí. En nariz, se perciben notas de frutas rojas y especias.
El Padre 2018 – Elaborado con Cabernet Franc y Carignan, en el Valle del Maipo. Recibe este nombre porque la uva Cabernet Franc es «el padre» de la Cabernet Sauvignon y ha dado origen a una excepcional línea de vinos producidos durante siglos. Lleva la firma del enólogo Cristián Carrasco. Tiene un color rubí profundo, con reflejos púrpura. Los aromas son de frutas negras, café y chocolate, con notas de vainilla y clavo de olor. Armoniza bien con carnes magras y quesos maduros.
Creole 2019 – Este blend é composto por 85% Cinsault e 15% País, com a assinatura de Ricardo Baettig. Os vinhedos são irrigados apenas pela chuva. Recebeu esse nome devido às origens das variedades, que estão presentes na cultura chilena há muitos anos em vinhedos no Sul do Chile. Foi realizado um processo de maceração carbônica e utilizado um ovo de concreto de dois mil litros na vinificação. O vinho foi envelhecido nesse ovo de concreto e em barricas francesas usadas por seis meses. Possui coloração rubi e aromas de framboesa, com notas terrosas e de especiarias. Combina bem com embutidos e queijos de textura firme, massas com molhos vermelhos e carnes magras.
Rio de Janeiro – Du Vin Carioca
Minas Gerais – Espaço do Vinho
São Paulo – Encontre Vinhos, Le Petit Sommelier, Canard Dore, Cultura do Vinho, Setwines
Bahia – Canard Dore
Paraná – Mise en Place Distribuição, Casa da França (Curitiba), Adega Pilandro (Curitiba), Família Scopel – Ahu (Curitiba), Enoteca Decanter (Londrina)
Ceará – Opção Distribuidora